
Lasa: “La salvación de la Iglesia implica la salvación de Occidente”
A propósito de la elección del Papa Francisco I, comparto con ustedes una nota que me hicieron para El Diario del Centro del País.
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Entrevista – El doctor en Filosofía de la UNVM opina acerca de la crisis eclesiástica y sobre la designación del Papa Francisco
Lasa: ”La salvación de la Iglesia implica la salvación de Occidente”
Carlos Daniel Lasa habló de la crisis actual de la Santa Sede y subrayó que su principal problema es de orden interno
Hombre de profundas convicciones católicas y apasionado por los pensadores cristianos del medioevo y la modernidad, Daniel Lasa no deja de reconocer que “la Iglesia atraviesa una de las peores crisis de toda su historia”. Y comienza explicándola desde el punto de vista filosófico.
“En lugar de una inteligencia de la fe, la conciencia del cristiano está dominada por la concepción del sentido histórico. Hegel veía en la historia un progreso racional necesario en la conciencia de la libertad. De allí que siempre lo nuevo era mejor que lo anterior”. Siguiendo este pensamiento, Lasa deduce que “la Iglesia vista desde la perspectiva de esta conciencia, no puede sino adaptarse al mundo, por más que ésta crea en una verdad que trascienda la historia. Sin embargo, el dilema ético de un auténtico cristiano nunca será viejo-nuevo sino verdad-error”. Con respecto a la adaptación operada por la Iglesia Católica en su praxis cotidiana, según el Doctor Lasa, “ésta se sustenta en una interpretación del Concilio del Vaticano II que nada tiene que ver con sus textos. Esa interpretación ha conducido, entre otras cosas, a la pérdida de fieles y de vocaciones, a la práctica de una moral permisiva y a la pérdida de la liturgia en tanto ceremonia sagrada. Juan el evangelista describe clarísimo el mensaje de Jesús para sus discípulos: están en el mundo pero no son del mundo. Si nos adaptamos al mundo como se pretende, perdemos la esencia del mensaje cristiano”.
– ¿Y cómo es ese mundo al que, según los hegelianos, se tendría que adaptar la Iglesia?
– Es el mundo en su momento actual, es decir el mundo del nihilismo, de la nada de valores. Mi tesis es exactamente al revés. Sostiene que la Iglesia, siendo fiel a su esencia, no sólo va a ser fiel consigo misma sino que va a salvar los restos del esplendor que tuvo en algún momento la cultura occidental. La salvación de la Iglesia implica la salvación de Occidente.
– ¿Y qué debe hacer la Iglesia en pos de esa recuperación?
– Antes que nada, apartarse de la concepción del sentido histórico hegeliano que la impregnó. Y segundo, recuperar la idea de tradición pero no como sinónimo de inmovilismo, sino entendida como evolución homogénea de la verdad revelada. El problema es que hoy, tanto los progresistas como los tradicionalistas, interpretan el Concilio del Vaticano Segundo como una ruptura: una “ruptura buena” para los progresistas y una “ruptura mala” para los tradicionalistas. Unos quieren un Papa progresista y los otros un Papa conservador. ¡Pero los cristianos queremos un Papa fiel a la verdad!
Benedicto XVI y Francisco
– ¿Y Benedicto XVI, qué clase de Papa fue?
– Uno que leyó el Concilio del Vaticano dentro de la tradición de la Iglesia, cosa que varios sectores no le perdonaron nunca. Su Pontificado estuvo atacado desde el inicio, tanto desde afuera como desde adentro de la Iglesia. Lo dice un libro de dos periodistas italianos editado en 2010, “Attacco a Ratzinger”.
– ¿Fue debido a esos ataques que el ex Papa renunció?
– Sólo Dios y Ratzinger pueden saber el por qué. Pero sin dudas que esos ataques fueron decisivos; aunque los peores vinieron desde adentro. El problema grave de la Iglesia actual es interno y eso es gravísimo. Recuperar una inteligencia de la fe cristiana es fundamental, pero eso sólo será posible a partir de una inteligencia metafísica y no de una ratio sociologista. En este sentido, considero que resulta de fundamental importancia que el clero adquiera una sólida formación filosófica en los seminarios.
– Muchos medios informaron que Benedicto XVI había encubierto casos de abuso dentro de la Iglesia. ¿Qué piensa usted?
– ¡Que fue exactamente lo contrario! Benedicto XVI puso esos casos sobre el tapete y fue durísimo con los sacerdotes inculpados. Un ejemplo fue la actuación del por entonces Cardenal Ratzinger contra el cura mexicano Maciel Degollado y el comunicado tremendo de la Santa Sede que emitió siendo ya Papa Benedicto XVI. Ni hablar de las sanciones que aplicó a los pederastas. Había un control estrictísimo de su parte.
– El Papa Francisco habló de “una iglesia de pobres y para pobres”. ¿Qué opina de este deseo?
– Me parece perfecto el volver a lo más genuino, a los orígenes del verdadero cristianismo. El problema es que en la cabeza de muchos (y no me refiero al Papa Francisco), volver a lo originario puede ser algo muy distinto. Hace poco, Osvaldo Bayer decía en un artículo que había que volver a las raíces cristianas. Pero para él, esas raíces eran Marx y Gramsci; es decir, el sentido histórico de Hegel que niega todo elemento sobrenatural. Y el cristianismo, que yo sepa, no fue fundado en el Siglo XIX por Marx sino hace dos mil años por Jesucristo.
– Al hablar de la Iglesia, siempre se citan los casos de abuso y nunca la obra de los misioneros en el mundo, ¿por qué?
– Porque nadie sabe cuál es la definición verdadera de Iglesia y es “el cuerpo místico de Cristo”. En ese cuerpo, la cabeza es santa. Los miembros del cuerpo, en cambio, somos nosotros, los hombres. Y como tal, somos pecadores: laicos, sacerdotes, cardenales, el mismo Papa. El mal está en cada uno de nosotros, pero también está en aquellos que juzgan a la Iglesia y antes de acusar debieran fijarse qué hacen por el bien del mundo.
– Muchos agoreros presagian la desaparición de la Iglesia. ¿Qué piensa usted?
– Que eso es imposible. Cristo dijo: “Ni las puertas del Infierno podrán contra la Iglesia”. Además, tengo una anécdota para ejemplificar por qué la Iglesia no desapareció ni lo hará jamás. Un judío se convirtió al catolicismo en Roma, y le preguntaron “¿Cómo te pudiste convertir en la sede misma de la corrupción?”. Y él respondió: “Precisamente por eso, porque si los cardenales y los curas corruptos de Roma no lograron destruir la Iglesia, eso quiere decir que es indestructible, que hay alguien superior que la cuida”.
Por Iván Wielikosielek
Estimado Dr. Lasa:
Soy un Padre Escolapio del Colegio Calasanz de Buenos Aires, que lo sigo desde hace tiempo. Excelente entrada. Su descripción de esta situación de “hegelianismos eclesial” es precisa y contudndente.
Adelante con la Verdad,sólo con ella.
Santa Pascua y mi admiración por usted.
P. Ernesto Sch.P.
Estimado Dr. Lasa:
Siempre lo sigo y me interesa y ayuda mucho sus escritos.
Muy claras sus palabras en “La salvación de la Iglesia”. Invitan a aclarar y ampliar la mirada para no terminar desenfocados.
Dios lo bendiga y felices Pascuas.
Silvia Babini
Gracias por la nota, saludos cordiales.
Feliz Papa Francisco I, el argentino Jorge Mario Bergoglio, que continuará la obra de Benedicto XVI y Juan Pablo II, triunfo de la Iglesia en la Paz del mundo, por CRISTO
©ClaudioSerraBrun – http://www.poesur.com
Fiel a la Verdad. Ese es el católico. Y eso es usted, dr. Lasa. ¿Por qué no hablan así muchos de nuestros obispos y sacerdotes ?
Ricardo Perfecto Sánchez:
Querido doctor Carlos Lasa, como siempre es usted muy puntual en sus afirmaciones discretas pero contundentes. Hablar de ser progeista o tradicionalista son expresiones ya muy trilladas que suelen confundir. Cualquier “filosofía” sin metafísica ontológica, no sé cómo puede escapar de una ideología más. Y todo saber “científico” sin Filosofía se pierde en lo meramente transitorio. Felicidades pr la luz que nos brindas con tus palabras. Saludos de Ricardo.
Querido profesor: como siempre tanta claridad para explicar toda problemática que se instala en la sociedad a partir de los distintos problemas religiosos. Gracias por siempre, Saludos María Angélica.
Muchas gracias Angélica! Espero poder participar del acto en el que te entreguen dl título de Magister en Humanidades y Ciencias. Un saludo afectuoso.
Estimado Daniel, para los que te conocemos desde hace tiempo, no es una novedad tu pensamiento, siempre con conceptos claros e irrefutables, los que quizás muchos no compartan pero jamás podrán decir que son incoherentes y sin rigor científico. Sólo con la Verdad lograremos el orden y recién allí habrá paz. Dios quiera que Francisco se plante ante este “viejo desorden mundial” y traiga luz para lograr un mundo más justo.
Estimado Luis: te agradezco tus generosos conceptos y te mando un saludo muy cordial extensivo a toda tu familia.
Muy bueno. Lo felicito por la claridad y la fortaleza en la fe. Dios y Maria Stma lo protejan y bendiga.!!! Gospodi Pomilui!!
Estimado Dr. Lasa:
Coincido totalmente con usted. Hace mucho tiempo que la inteligencia de la fe viene decayendo por el abandono de la recta filosofía. El católico, hoy, no tiene una conciencia clara de lo qué pasa en la Iglesia pues ha perdido las categorías adecuadas de análisis.
Muchas gracias por su magisterio.
Un abrazo
Mario Caponnetto
Estimado Dr. Caponnetto: agradezco su generoso comentario hacia mi persona y sus conceptos. Le mando un abrazo cordial
Gracias por poner en palabras los pensamientos del católico.-
Estimado Carlos,
Gracias por tu artículo, que he leído unos cinco años después de ser escrito. Gracias porque me ofreces un nuevo parámetro racional para interpretar y ver claro en la actual crisis de la Iglesia.
Me pregunto, eso sí, si cinco años después de tu artículo, podrías escribir lo mismo, sobre todo cuando manifiestabas en tus líneas (así me lo parece) cierto beneplácito por el papa actual, que por entonces recién había sido elegido.
Lo que también saco en claro que no ves la causa de la actual crisis en el Concilio Vaticano II, sino en sus interpretaciones incorrectas, tanto sea desde el área progresista como desde el área tradicionalista; como si el Concilio Vaticano II pudiera en sí mismo ser interpretado (en un todo) en línea de continuidad homogénea con el magisterio hasta Pío XII.
Con toda humildad, me permito hacerte un par de sugerencias, aunque a riesgo de estar de más, porque es probable que dada tu erudición, ya sepas de lo que te estoy mencionando:
1) La historia del Concilio V II y de su desarrollo puede revelarnos hasta qué punto sus documentos están o no en línea de continuidad homogénea con la doctrina preconciliar.
2) Al respecto, un excelente libro reciente puede iluminar mucho acerca de su historia: “Concilio Vaticano II, Una historia nunca escrita”, Roberto De Mattei.
3) Como se trata el anterior de un profundo libro de un historiador especializado, quizas una lectura menos farragosa pudiera ser una buena introducción al tema; y entre la literatura conocida sugiero los capítulos 12 y 13 del libro “Monseñor Marcel Lefebvre, La Biografía”, escrito por Mons. Bernard Tissier de Mallerais (el famoso “libro gordo” que dijo haber leído dos veces el Papa Franciaco).
4) Una última observación: creo que es un poco simplista decir de modo general que los “tradicionalistas” (¡son tantos y de tan diversos colores!) defienden una concepción de “ruptura mala” según tus palabras. Hay otras interpretaciones menos extremas. Aunque, y me repito, veo como una expresión extrema de tu parte, entender de manera unívocamente “buena” el Concilio Vaticano II. Y otras vez repito: conocer su historia podría hacerte moderar ese juicio indulgente.
Por encima de todo esto, vuelvo a reiterarte mi agradecimiento por tus expresiones y tu publicación, que nos ayudan a los creyentes en este tiempo de crisis en la Iglesia (crisis de la que yo soy, por lo demás, un testimonio vivo).
¡Un abrazo a través del tiempo y la distancia!
Estimado Julio: es una verdadera alegría reencontrarte después de tanto tiempo. Recién hoy descubro tu muy interesante escrito. Te responderé en breve. Me gustaría tener tu dirección de mail. El mío es: cdlasa@yahoo.com.ar Abrazo grande!!!