Es lo que hay…

"Lilita" Carrió votando

"Lilita" Carrió votando

Las elecciones llevadas a cabo en Argentina el domingo próximo pasado ponen de manifiesto, una vez más, la profunda crisis que vive la República Argentina. Y, como ya lo señaláramos en otras oportunidades, la aludida crisis no es de naturaleza política o económica sino cultural. El argentino medio ha decidido que la vida humana se configure a partir del principio de utilidad y, en consecuencia, tanto la verdad como el bien son abandonados por considerarse inútiles e ineficaces.

Hace un par de años la ciudadanía argentina salió a apoyar al campo en sus reclamos frente al gobierno nacional. Se creyó que dichos reclamos se centraban en la exigencia del respeto a los valores más caros a una sociedad sana; sin embargo este domingo nos apercibimos que el único valor de mucha gente del campo es el bolsillo.

Por su parte, el Sr. Braga Menéndez, publicista del gobierno nacional, sostuvo hace poco: «Verán como le irá a Carrió por tomarse a Platón al pie de la letra»[1]. Esta advertencia, estoy absolutamente seguro, la compartiría, lamentablemente, gran parte del pueblo argentino y la mayoría de su clase dirigente. En este sentido, la desaparición de Elisa Carrió de la escena política es una pérdida muy grave. Carrió, pese a sus errores, como todos los tenemos, mostraba que la vida de un hombre, tanto en su vida privada como pública, debía asentarse en principios y no en la conveniencia. Este testimonio era fundamental para la vida de nuestro país. Era un modo de continuar la más genuina tradición de nuestra cultura occidental: el cuidado del alma. Lo fundamental no son las riquezas sino el velar para que el alma de cada uno sea lo mejor posible. Sólo así tendremos un Estado justo en el cual todo hombre alcance su salud natural. El concepto de la preocupación por el alma, como lo señala el gran pensador Jan Patočka, encierra en sí el ideal de una vida verídica[2]. Y como el alma es capaz de verdad, el cuidado y el cultivo de la misma se ejerce a partir de una búsqueda permanente de lo verdadero. Y sobre lo verdadero quiere edificarse a sí misma y, consecuentemente, al Estado.

Los «Braga Menéndez», por el contrario, postulan que esta posición no pasa de ser un idealismo que no tiene, ni debiera tener, cabida alguna en la sociedad política. El cuidado del alma ha cedido su lugar a la preocupación por el dominio del mundo. La verdad y el bien han caducado ante una praxis ético–política dominada por el exitismo. Contra esta tesis, Platón establece en el Alcibíades Mayor[3], que el hombre sólo se cuida a sí mismo si cuida su alma, mientras que si cuida su cuerpo y sus bienes, cuida sólo lo que tiene, lo que posee, y no lo que es en tanto hombre. Así, entonces, el descuido del alma equivale a desestimar aquello que es verdadero y bueno para preocuparse y ocuparse sólo de amontonar riquezas y poder. ¿Qué importan lo verdadero, lo bueno y lo justo si mi vida está colmada de conquistas materiales?, ¿qué interesa que una sociedad viva, cotidianamente, en la chabacanería, si la balanza comercial es favorable al país y ello va a redundar en muchos bienes materiales que podré gozar hasta el hartazgo?

Hace ya mucho tiempo que Argentina pretende, de manera totalmente equivocada, progresar a espaldas de la verdad y del bien. La verdad es una realidad que hace mucho tiempo está totalmente expulsada de su mesa aunque, las repetidas crisis la convocarán, algún día, a ocupar la cabecera. Cuando ello suceda cada argentino habrá comenzado a ocuparse para que su alma sea lo mejor posible y, de este modo, se fundará una Nación en la que la virtud reine en cada rincón, empezando por el gobierno. Mientras tanto, seguiremos a los tumbos, viviendo de los espejismos que nos alejan, cada vez más, de la verdad de nosotros mismos en tanto pueblo.

La crisis que se hizo fuerte a principios del año 2000 sigue presente y volverá, en algún momento de nuestra historia, con renovada virulencia si es que no somos capaces de recuperar los fueros de la verdad y del bien, tanto para la vida privada como para la pública. Si, como bien se afirma, la historia es magister vitae, atendamos a estas palabras de Propercio: «Hoy, los bosques sagrados están desiertos y los santuarios abandonados, la piedad despreciada y únicamente el oro adorado. El oro echó fuera a la buena fe; el oro convirtió en venal a la justicia; el oro dicta la ley y, en breve, el pudor no reconocerá otra ley (…) Y predigo –ojalá que mi patria pueda creer en mi predicción–: Roma sucumbe a todas sus riquezas de las que se enorgullece»[4].

Más allá de toda consideración partidaria, totalmente estrecha en lo que hace al problema que nos ocupa, el pueblo argentino debiera darse cuenta que necesitamos muchas “Carrió” porque, insisto, más allá de los errores, necesitamos de hombres y mujeres que testimonien al pueblo de la Nación Argentina que sólo la virtud hace grandes a los hombres y a los pueblos.

Ojalá que los argentinos tengamos ojos para ver lo esencial en este momento de ceguera provocada por esos espejismos que, a la postre, nos dejarán nuevas frustraciones. Por el momento debemos resignarnos y decir «es lo que hay». Esperemos que algún día comencemos a ser aquello que debiéramos ser: una república argenta.

*

Notas

[1] Citado por Esteban Peicovich en el artículo Perón mata Platón.

[2] Jan Patočka. Platón y Europa. Barcelona, Ediciones Península, 1991, 104.

[3] 130e–132c.

[4] Elegías, libro III, 13, 45–55.

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Clasificado en:Política, Reflexiones

6 comentarios »

  1. Me parece que por un lado van las palabras, verdad ,justicia,principios pero ese discurso enmascara la defensa de intereses económicos y sectoriales de clases privilegiadas que en nombre de la tradición
    postulan el racismo y la superioridad de un grupo minoniritario sobre la mayoría excluída y maltratada.
    En nombre de los valores y de un discurso basado en el respeto la responsabilidad y la honestidad
    se pisotea la dignidad humana y con hipocresía manifiestan una preocupación por el prójimo que nunca se
    concreta en obras de promoción de la persona humana que demuestren mas allá de las palabras
    la verdad se sus preocupaciones.
    Me parece que Elisa Carrió es un ejemplo claro de esa contradicción y la mayoría del pueblo expresó su condena a su manera de proceder interesada contradictoria y antidemocrática.
    Cuando un gobierno amplia las posibilidades de promoción de la vida humana de acceso y recuperación de los derechos basicos y genera un horizonte de esperanzas que desatan la discución de un proyecto de futuro no se está promoviendo el utilitarismo y la búsqueda insaciable de bienes materiales sino brindando en los hechos una respuesta a las necesidades profundas del alma humana.

  2. Realmente no se si porque obligadamente en temas politicos uno tiene que tomar una postura en lo que concierne a un partido o ideologia politica pero es demasiado evidente su odio, tal vez no odio como tal, pero si su descontento hacia el gobierno nacional que claramente se asegura la reelección por tercera vez. Ademas hacer incapie en porque la gente no decide votar a tal candidato (discutible si se quiere) a mi preocuparia mas el hecho de que Duhalde haya salido casi segundo teniendo en cuenta que estuvo entrometido en los peores momentos de la enconomia argentina. Si bien y al cabo este es su blog me sorprende de manera enfatica que una mente tan pensante haya escrito este texto con tal subjetividad, me asombra que la figura de una mujer provoque esto. Finalmente con el titular de su escrito : “Es lo que hay…” creo yo, termina siendo parte de la sociedad opositora al gobierno nacional, pero que decide darle el voto a un candidato no mucho mejor que al que se oponen. ¿En que quedamos? Asi tampoco vamos a ningun lado.

  3. Cba.,20/08/11
    Estimado Dr. Carlos Daniel Lasa:
    La frase “es lo que hay” me hace acordar a la canción “Soy lo que soy” (del lesbianismo estoico) y a aquella reelección de Menem, del “roba pero hace”. Quizás ambos, Menem y Kirchner sean más de lo mismo. De hecho fueron socios en la privatización de YPF. Debe haber varios libros. Leí “poder global y religión universal” de Juan Claudio Sanahuja y ahí está claro el pacto sucio de la izquierda con la derecha. Henry Kissinger de por medio. La izquierda otorgando derechos sucios como el aborto (salud reproductiva), la eutanasia y la adopción de hijos por gays, la violencia de género, el derecho a no trabajar como subsidio llamado irónicamente “plan trabajar”, el derecho a no aprender como la implementación de programas de estudio cada vez más pobres, en fin, derechos pasivos y no, obligaciones activas. La mitad de la población argentina ha sido empobrecida material y moralmente. Su dependencia ha sido consagrada en la última elección.
    No sé si Carrió es la más honesta de los candidatos. Creo que San Luis y Santa Fe están mejor que la provincia de Córdoba. Digo esto más allá de si los legisladores asociados a dichos gobiernos, puntano y sanfesino, han votado o no por el matrimonio gay. Asimismo cualquiera de los países limítrofes y Perú, están mejor que hace 20 años atrás. La Argentina, al revés. Quizás habría que darle más lugar a los políticos católicos como García Elorrio, en los medios católicos: radiomaría y EWTN. Pero Ud. recordará que la Iglesia recibe subsidios del Estado y restricciones de los grandes capitales que son propietarios de las cadenas de cable, como cablevisión, perteneciente al Grupo Clarín-Goldman Sachs. Radio María es más o menos jugada. Pero creo firmemente que si Ud. mira EWTN, dan ganas de llorar por lo callada que está la Iglesia en dicho canal. Está rendida, al becerro de Oro, al gran Capital Ateo del Judío Internacional y sus seguidores, el G8, Grupo Bilderberg, BM y FMI. El demonio tiene múltiples nombres. Dios sólo tiene Tres Personas.
    “El sistema” se las ha ingeniado en estos últimos 30 años para que la gente prefiera percibir 2000$ y hacer otros 2000$ con changas en vez de darse cuenta de que una familia tipo que quiera poder tener DERECHO a: comer, educarse, comprar un auto, tener trabajo, irse de vacaciones, comprar su casa….etc….tiene la OBLIGACIÓN de trabajar por un dinero equivalente quizás a 10 mil o 20 mil pesos o cifra mucho mayor. Nuestro país tiene el potencial natural y humano para que así sea. Pero los intereses en pugna corrompen a los corruptos y eliminan a los honestos tratándolos mediáticamente de ineptos, antipáticos, tontos, etc…
    Los grandes capitales financieros manejan a la gente a través de los medios de comunicación. Baste ejemplo decir que Goldman Sachs es propietaria parcial del Grupo Clarín. No sólo imponen los temas, sino que imponen los no-temas. Nadie puede discriminar a un gay o a un judío, pero todo el mundo tiene absoluta libertad para darle palos a la Iglesia. El padre L. Castellani definió la libertad de opinión como el «chillar de los ineptos hasta acallar al sabio». Nunca fue más cierto que hoy, en que casi nadie lee y casi todos miran la televisión.
    Los grandes capitales manejan a los gobiernos con préstamos que se otorgan, bajo la condición de implementar de políticas públicas que empobrecen los cerebros de los que se educan, desmoralizan a quienes se atienden en hospitales públicos, empobrecen a los que se jubilan, evitan las inversiones en energía y rutas y, por supuesto, no mejoran las condiciones de los empleados ni del país. Lo que seguro garantizan es el enriquecimiento ilícito de nuestros políticos, mediante sus testaferros y su dinero cómodamente depositado en paraísos fiscales.
    Una verdadera revolución sería la de una élite que busquen la excelencia y la felicidad del hombre integral, similar a los Aristos griegos. Nuestros gobernantes deberían ser como mínimo doctores de cualquier especialidad, que rindan concurso de cultura general y un severo examen psicológico. También deberían ser filtrados por reconocidos filósofos de distintas tendencias y religiosos de diferente credo. Así, cualquier gil no podría ser presidente, gobernador, legislador. Les mandé a la mitad de los senadores de la nación esta idea, por mail, para que fuera proyecto. Ninguno me contestó todavía.
    La fiebre por el poder es incurable. Duhalde y Cristina van por la segunda vuelta. Menem también lo hizo en su momento. De la Sota hace unos días fue por la tercera. Angeloz, hace algunos años, también. Intelectuales como Terragno, Cavallo, Dromi, Delich, Zaffaroni y otros han demostrado ser doctores pero, al llegar al poder han resultado poco morales.
    Si había una revolución para hacer, desde el Catolicismo en la Cultura, era para ir de la derecha a la izquierda, con inteligencia (educación, trabajo, salud, etc…). Decía Chesterton en la Superstición del Divorcio: “la actual maraña de sustitutivos semioficiales no sólo no resuelve nada, sino que es incapaz de abarcar lo que se proponía resolver. Si uno no sabe cuidarse a sí mismo, será evidentemente gasto inútil pagarle para que cuide a los demás. Es simplemente prescindir de una fuerza natural y pagar por una artificial, como si un hombre regase una planta sosteniendo con una mano la manguera y con la otra, un paraguas para resguardarle de la lluvia.” Creo que está bien ilustrado el fracaso de la democracia y el Estado, cuando el pueblo no es culto, y el fracaso de la libertad, cuando no se orienta a la contemplación de Dios y a la felicidad integral del hombre.
    La involución K, disfrazada de revolución, va de la izquierda a la derecha, con prepotencia (adopción por gays, aborto, eutanasia, planes “para no” trabajar y sólo “para comer”). De continuar esta tendencia en algún momento los pobres tendrán derecho a apropiarse de campos, de countries, de cualquier propiedad privada y en esa anarquía quedará sellada la total dependencia, la total pobreza, arbitrariedad, miseria, etc…Sería el gobierno del Anticristo una vez destruido del Orden Romano. De ser así, nuestros hijos deberán irse a otro país.
    Mantendré mi Fe en Dios y en la justicia divina. Se acerca la llegada del Anticristo y la Segunda venida de nuestro Señor. Quizás, antes, un terremoto pueda salvarnos, para que lo único que quede en pie sea el valor del trabajo y de la educación y queden abolidas para siempre la corrupción y la impunidad.
    Dios lo bendiga.

    • Estimado Sr. Laga: reconozco que Carrió ha demostrado preocupación por los temas éticos; más que los otros candidatos. No obstante ello, tengo dos observaciones que hacer al respecto: faltó a la ética cuando apoyó la anulación de las leyes de punto final y obediencia debida y permite que su partido, o mejor legisladores de su partido presenten proyectos legislativos que despenalizan el aborto.-
      La Dra. Carrió sabe derecho constitucional y derecho político; de consiguiente, conoce que la división de poderes es un principio esencial de nuestra organización política; por tanto, sabe que sólo la jurisdicción puede anular leyes, no el P Legislativo; élla apoyó la anulación, no obstante sabía, o debía saber, que ello era repugnante a las bases del sistema republicano que nos rige.-
      Supongamos que lo hizo por afán de que se haga justicia. Aún admitiendo, “argumentandi gratiae”, que así fuese, no se consiguió que los imputados por supuestos excesos en la represión contra la guerrilla fuesen juzgados por magistrados que se hallen en situación de terceros imparciales; se los entregó a jueces cobardes, presionados por lo montoneros que gobiernan, entre ellos el Secretario de Dchos humanos Dr Dualde. Este fué un acto criminal; y Carrió no podía ignorar las consecuensias de sus actos.-
      En lo atinente al aborto, si el catolicismo de la política chaqueña fuera consistente debió incluir como principio fundamental el respeto y la defensa irrestricta del derecho a la vida; élla lo pone como una cuestión de libre debate, en la que hay libertad de optar por propiciar la despenalización del crimen que significa matar a una persona por nacer en el seno materno o defender el derecho del indefenso niño a nacer. No es ésta una política católica.
      La religiosidad de “Lilita” parece tener mucho de emocional. No está claro si tiene fé en el sentido de “virtud sobrenatural por la que, con la inspiración y ayuda de la gracia de Dios, creemos ser verdadero lo que por El ha sido revelado, no por la verdad de las cosas percibida por la ley natural de la razón, sino por la autoridad del mismo Dios que la revela, El cual no puede engañarse ni engañarnos”.-
      Cuando formó su primer partido, lo denominó ARI; que creo son las siglas de Acción por una República de Iguales. Esto tiene un sabor jacobino, pero no parece responder a un espíritu católico, que reconoce que todos tenemos igualdad en los derechos esenciales, pero que son legítmas las armoniosas y proporcionadas desigualdades de condición social inherentes a una sociedad constituída de acuerdo al orden natural.-
      En el matrimonio entre invertidos, creo que Carrió como diputada se abstuvo

      • Estimado Carlos: coincido con las observaciones que ha formulado. Por eso, en la nota me referí a los errores cometidos por Carrió entre los que se cuentan los que Ud. ha señala. Lo que la nota quiere señalar, respecto de la figura de Carrió, es simplemente que, dentro del mundo de la política, Carrió representaba el icono de la moralidad, de los principios. Y que, por lo tanto, su desaparición de la política equivale no sólo a la ausencia de su persona sino que va mucho más allá, involucrando, también, a la concepción que sostiene que la política debe estar subordinada al orden moral. Braga Menéndez no sólo ataca a Carrió sino a todo aquel político que pretenda formular una política subordinada al orden moral. Para Braga Menéndez la vida individual y social no debe fundarse sobre la virtud sino sobre el poder y los negocios. Esta realidad, a mi juicio, genera un praxismo ético alejado de todo principio que no sea el de la conveniencia, el del éxito; y, este praxismo, arrogante y avasallante, convierte a todo en medio incluida la mismísima persona humana. Le agradezco su reflexión y lo saludo cordialmente.

  4. Estimado Dr. Carlos D. Lasa:
    Le quiero agradecer por el libro que nos regaló en la librería Lectio, a los que fuimos a su conferencia, “Aprox. al pensamiento de dos filósofos de la política del s.XX: A. Del Noce y L.Strauss.”
    Cuando me haga un tiempito lo leeré. He sido padre hace poquito así que ando a mil.
    Lo vi en la conferencia sobre el Dr. José Ramón Pérez en el colegio Sto. Tomás.
    Un saludo fraterno.
    Jorge Flores

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